Las propiedades de las judías verdes son bastante numerosas. Por ejemplo son muy recomendables para las mujeres embarazadas y para el feto debido a su contenido en ácido fólico. Aparte de esto, son muy ricas en vitaminas A y C, las cuales ayudan a prevenir la formación de coágulos o trombos en las arterias, por lo tanto son buenas consideraciones para tratar enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado las judías son ricas en fibras, las cuales resultan especialmente útiles en el tratamiento del colesterol y la diabetes, ya que esta fibra reduce la reabsorción del colesterol y los azúcares a nivel del intestino. También es bien sabido que la fibra ayuda a tratar el estreñimiento, y esto a su vez, como efecto secundario, también ayuda a la prevención el cáncer de colon, ya que se expulsan materiales tóxicos provenientes de las heces.
Se sabe también que las judías tienen un efecto diurético sobre el organismo, es decir, contribuyen a la eliminación de líquidos. Esto es de gran ayuda en cierta medida para personas que padecen de hipertensión arterial, edemas o retenciones de líquidos.
Por lo tanto está más que justificado el echo de que nuestros padres nos obligaran a comer judías durante toda nuestra infancia!
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